17 noviembre, 2009

LA RELIGION .-. LA BIBLIA .-. LAS RAICES DE LA MAGIA.-.

En el libro de Enoch, 110 (A. de J.), se puede leer lo siguiente:
Los Ángeles cayeron del cielo para amar a las hijas de la tierra, estos ostentaban una gran belleza, y cuando estos Ángeles hijos del cielo las vieron, sintieron una extraordinaria pasión y se excitaron el uno al otro, repitiendo: Vayamos y elijamos esposas de la raza humana, con ellas engendraremos pueblos selectos, su jefe Samyasa, dijo: No os precipitéis sobre una decisión semejante, de otro modo yo quedaré como único responsable de vuestra caída, pero ellos le contestaron: Estamos decididos y no nos arrepentiremos, y 200 Ángeles descendieron sobre la montaña de Armón, fue entonces cuando la montaña fue conocida con este nombre, "Armón", que quiere decir juramento.
Estos 200 Ángeles tomaron esposa con las cuales se unieron y a las cuales enseñaron la magia, los encantamientos y la división de las raíces y de los árboles, Amazarac enseñó todos los secretos de los encantadores, Barkaial fue el maestro de los observadores de los astros, Akibeel reveló los signos y Azaradri los movimientos de la luna.
Este fragmento del libro de Enoch cuenta la profanación de los misterios de la ciencia, que bajo diferente aspecto es también representada en la historia del pecado original de Adán, los Ángeles, que es como decir los hijos de DIOS de los que habla Enoch eran los iniciados en la magia, y después de la caída se la enseñaron a los hombres, la lujuria fue la que los hizo caer y la que causó la propagación de los secretos de la sabiduría.
El antiquísimo texto que refiere la penitencia de Adán, la tradición mágica está representada bajo forma de leyenda, Adán tuvo primero dos hijos, Caín que mostraba una fuerza brutal y Abel que mostraba gran inteligencia y dulzura, estos hermanos no podían ir de común acuerdo y el segundo murió a manos del primero, de este modo su herencia le tocó a un tercer hijo llamado Set, era un hombre justo, pudo llegar hasta la entrada del paraíso terrenal sin que el ángel puesto allí como centinela lo alejara con un gesto de su fulminante espada, de este modo Set vio que el árbol de las ciencias y el árbol de la vida se habían acoplado formando un solo árbol, esto significaba el acuerdo entre la ciencia y la religión en él, "La Alta Cábala".
Entonces el ángel le regaló tres granos, los cuales contenían toda la fuerza vital del árbol, es decir el ternario cabalístico, cuando Adán murió, siguiendo las instrucciones del ángel, Set puso los tres granos en la boca de su padre como señal de la vida eterna, las ramas que produjeron estos tres granos formaron un zarzal ardiente en cuya espesura el mismo DIOS reveló a Moisés su nombre eterno, Yo Soy el que Es, el que ha Sido y Será
Moisés recogió una rama triple del zarzal ardiente sagrado, que fue la vara de los milagros, esta vara si bien estaba separada de su raíz no se secó nunca, al contrario siguió floreciendo y precisamente en ese estado fue conservada en el arca.
El rey David plantó de nuevo esta rama, pidiendo sobre la montaña de Sión, más tarde Salomón cogió la madera de este árbol de triple tronco para hacer las dos columnas Lakin y Bohas que estaban situadas a la entrada del templo, las revistió de bronce y puso el tercer trozo de tronco místico sobre la puerta principal, era un talismán que impedía entrar en el templo a los impuros, pero los levitas corrompidos rompieron la barrera y siendo gente temerosa e inicua la tiraron al fondo de la piscina, llenándola de piedras,
Estamos por tanto en el principio del bien y del mal, empieza el génesis de la luz, la escala a la verdad.
Aparece el sentido de la verdad absoluta y también la interpretación de los medios necesarios para aferrarla, apropiársela y utilizarla.
Aquí nacen las raíces de la magia.

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